Gerardo Castro, Vicente Sánchez, Pedro Minaya, Ricardo Chavarrìa
A una semana de la derrota electoral de Nelson Chui Mejía en las urnas, sus aliados ocasionales en la segunda vuelta, se mantienen todavía en silencio y es que deben estar pensando dos veces para pronunciarse después del papelón que hicieron en la lid electoral.
El triunfo de Javier Alvarado es la derrota de Chui y también de sus incondicionales encabezados por Ricardo Chavarría, el huaralino que terminó decepcionando a sus seguidores a quienes convenció de querer el cambio para la región y es por ello que se alzó con el triunfo en esta provincia norteña, quitándole la oportunidad al líder de La Familia de ganar en primera vuelta.
CHAVARRÍA
El fenómeno “chava” se desinfló cuando a escasos días del 5 de diciembre, salió respaldando la candidatura de Chui contra quien lanzó feroces críticas y le recordó lo ingrato y malagradecido que fuera con él, le enrostró incluso los gastos de campaña que hiciera en el 2006 cuando fue candidato municipal de la organización de Chui, a quien también llamó incapaz y mediocre.
Aparecer junto al poderoso, lo ha dejado sin aire y sin posibilidades de recobrar de manera inmediata la confianza de su pueblo, al bajársele la llanta, sus aspiraciones congresales parecen hacerse humo.
GERARDO CASTRO
Otro de los grandes derrotados es Gerardo Castro Rojas, el reiterativo candidato a todo cargo político en el APRA que no logra calar entre sus mismos compañeros.
Castro, quien apareció en la escena política de la región Lima en el 2009, no le hizo cosquillas a la gestión de Chui, jamás cuestionó las denuncias sobre corrupción, ni mucho menos estuvo presente en la lucha de nuestros pueblos como el lograr la restitución del Distrito Electoral, cruzada en la que se involucraron otras figuras de su partido como Andrés Tello, quien a diferencia de su eterno contendor, estuvo cerca y de forma participativa de la problemática de la región. Pero esta derrota en su vida política, no es una mera casualidad, sino más bien una constante.
Intentó ser el Secretario General del Comité Ejecutivo Regional y compitió con Andrés Tello y éste le ganó, quiso ser candidato a la presidencia regional y otra vez le ganó, buscó ser delegado para las elecciones internas del APRA y no obtuvo mayoría.
Por si fuera poco, fue viceministro del Interior y lo renunciaron, según citaron medios nacionales, estaría involucrado en el escandaloso indulto al empresario Enrique Crousillat, procesado por recibir dinero del fujimontesinismo.
La derrota también la compartió con Jorge del Castillo con quien es afín y cuya imagen se debilitó por los famosos “petroaudios”. Lo peor de todo es que intentó meterse por los palos y hasta utilizó a la encuestadora IDICE para que lo colocaran en un segundo lugar ante una eventual participación suya en la lid electoral regional.
A esta hora ya Chui se habrá dado cuenta que los votos de Castro y sus otros aliados no sumaron, sino más bien restaron.
LOS OTROS
Pedro Minaya y Vicente Sánchez también quedaron con su imagen por los suelos, se fajaron por el aspirante a la reelección después de haberlo acusado de malos manejos, de denunciar que fueron víctimas de guerra sucia porque se trajeron abajo sus paneles, porque les quitaron candidatos.
Peor aún, denunciaron la millonaria campaña de Chui, pero se olvidaron de ello en la segunda vuelta y se convirtieron en sus acérrimos defensores, dizque por la gobernabilidad.
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